Vacaciones: una buena inversión | FACEA UDEC

«En definitiva, unas vacaciones bien gestionadas son una herramienta clave en el arsenal de la dirección de organizaciones, que ayuda a construir talentos y equipos de alto rendimiento y, por ende, organizaciones más competitivas en el largo plazo.»

En esta dinámica empresarial, los colaboradores se enfrentan a altos niveles de estrés debido a plazos exigentes, multitareas y una constante conexión digital que genera límites difusos entre la vida laboral y personal. Bajo esta óptica, las vacaciones no solo son necesarias, sino fundamentales para restablecer la capacidad operativa del talento humano, su salud propia y la salud de las organizaciones a las que pertenecen.

El quehacer directivo reconoce que el agotamiento no es un problema individual, sino que, además, constituye un riesgo organizacional que impacta la productividad y la calidad del trabajo. Las vacaciones actúan como un resorte de resiliencia, permitiendo al trabajador recuperar energía, claridad mental y motivación. Además, al reducir el riesgo de problemas de salud física y emocional, como el síndrome de «burnout», disminuyen indirectamente el ausentismo y los costos asociados a licencias médicas.

Desde una perspectiva de gestión de talento, el bienestar integral no solo favorece a los empleados, sino que fortalece la salud organizacional, aumentando la capacidad de la empresa para adaptarse a los retos del entorno competitivo.

Por ser uno de los principios fundamentales en la gestión, la búsqueda de eficiencia operativa sin sacrificar la calidad de los resultados, las vacaciones anuales contribuyen directamente a este objetivo al renovar la energía creativa y la capacidad de concentración de los empleados, lo que se traduce en una ejecución más ágil y efectiva de sus responsabilidades.

Investigaciones en gestión y desarrollo de equipos muestran que los empleados descansados no solo son más eficientes, sino también menos propensos a cometer errores, lo que refuerza la sostenibilidad operativa. En términos de impacto financiero, esto implica menores costos asociados a la corrección de fallos y un aumento en la productividad neta.

El mundo laboral contemporáneo está marcado por una alta competencia por obtener, mantener y desarrollar mejores talentos. Las empresas con una sólida propuesta de valor para sus empleados, que incluyan beneficios y políticas laborales/vacacionales efectivas, generan una ventaja considerable en la atracción y retención del capital humano.

Desde la perspectiva de la dirección, el hecho de garantizar que los colaboradores puedan disfrutar de sus periodos de descanso fomenta un mayor compromiso y lealtad hacia la organización. Además, los empleados valoran las empresas que promueven un equilibrio entre la vida personal y laboral, lo que contribuye a disminuir las tasas de rotación y los costos asociados al reclutamiento y la formación de nuevos integrantes del equipo.

El management efectivo no solo se centra en resultados a corto plazo, sino en la construcción de un liderazgo sostenible. Permitir y fomentar el uso de las vacaciones proyecta una imagen de liderazgo responsable, preocupado por el bienestar de su equipo. Esto no solo mejora la percepción interna de la organización, sino también su reputación externa como un lugar atractivo para trabajar.

Para que estas políticas sean efectivas, el directivo debe asegurarse de que las vacaciones se planifiquen de manera estratégica, minimizando la afectación en las operaciones y garantizando que los trabajadores puedan desconectarse completamente de sus responsabilidades laborales durante su descanso.

En definitiva, unas vacaciones bien gestionadas son una herramienta clave en el arsenal de la dirección de organizaciones, que ayuda a construir talentos y equipos de alto rendimiento y, por ende, organizaciones más competitivas en el largo plazo.

Carlos Baquedano Venegas, Facultad Ciencias Económicas y Administrativas, Universidad de Concepción.

Columna opinión de El Sur, Viernes 17 de enero 2025