«La encuesta Ipsos reveló que el temor a la delincuencia y a la violencia se mantuvo en septiembre como el que más preocupación genera en los chilenos, alcanzando un 61% de las menciones.»
Un reciente informe de la empresa de estudios de mercado Ipsos ha revelado que el temor a la delincuencia y a la violencia se mantuvo en septiembre como el que más preocupación genera en los chilenos, alcanzando un 61% de las menciones. El estudio se realizó para detectar los problemas más relevantes entre 27 países.
Con este resultado, Chile supera ampliamente el promedio global (26%) y se mantiene por segundo mes consecutivo en la primera posición del ránking mundial, superando en el tema delictual a países como Perú (53%) y México (52%). La preocupación por la delincuencia en Chile es mayor incluso que la inflación, el desempleo, la pobreza y la desigualdad.
Es cierto que la victimización ha aumentado, y pese a los esfuerzos que realizan los organismos que tienen que ver con la prevención y el control, no hay logros significativos. Existe en la ciudadanía la percepción de que todos los esfuerzos que realizan las policías, los organismos de gobierno y la colaboración de los municipios, para hacer frente a la delincuencia, se esfuman cuando se pone en funcionamiento la llamada «puerta giratoria», que permite a los delincuentes salir impunes y sentirse más seguros para continuar atacando. A su vez, éstos tienen conciencia de que la nueva justicia fue hecha garantizando más los derechos de los victimarios que los de las víctimas.
Se percibe que la delincuencia es cada vez más osada y violenta. A los robos han sucedido los asaltos con secuestros e inmovilización de familias, incluso niños. Los robos con destrucción de propiedad se hacen cada vez más frecuentes, así como los portonazos y encerronas a plena luz del día. Se recuerda que el 3 de octubre se registró un robo en Talcahuano, captado por las cámaras de seguridad, donde las víctimas fueron dos adultos mayores, pastores de una iglesia evangélica, de la cual se estaban retirando cuando fueron abordados y golpeados por jóvenes armados para robarles el vehículo.
La delincuencia es cada vez más osada y por ello, las instituciones y autoridades requieren de nuevos modelos de gestión que fortalezcan las acciones preventivas y de persecución criminal inteligente, que reemplacen una estructura esencialmente reactiva, porque hasta aquí las acciones emprendidas no están siendo efectivas. De acuerdo con estudios de Paz Ciudadana, cerca del 80% de las causas sobre delincuencia que reciben las fiscalías se archivan sin tener un resultado. Por eso, el pensamiento que tienen los ciudadanos es que no se le están dando una solución concreta al problema de la delincuencia.
Nuestra realidad local no es muy diferente a lo que ocurre en todo el territorio. Tampoco lo son las críticas que con frecuencia realizan las personas, en el sentido de que no ven soluciones, sino -por el contrario- la situación se agrava. Si bien la ciudadanía valora la acción de las policías, sabe que la reforma procesal penal que comenzó a aplicarse el año 2000, resultó ser garantista de los delincuentes, tal como en su oportunidad lo habían advertido algunos estudiosos del tema.
Es cierto que el tema de fondo es que muchas familias no han tenido oportunidades educacionales y laborales para desarrollarse, pero no hay que desconocer que aun teniendo esas oportunidades, los caminos del delito, como el robo, el asalto o el narcotráfico, ofrecen el atractivo de dinero fácil con mínimo esfuerzo. Y mientras se hacen todos los cambios que permitan un sistema educacional más integrador, que podría tomar años y hasta generaciones, hay que dar respuesta a los problemas que enfrenta hoy la gente: la delincuencia es una realidad que atemoriza a las familias y que en las encuestas aparece como el tema que debería estar en la primera prioridad de las autoridades. Pero la percepción ciudadana es que no se hace lo suficiente por resolverla.
Carlos Baquedano Venegas, Facultad Ciencias Económicas y Administrativas, Universidad de Concepción. Columna opinión de El Sur, Viernes 14 de octubre 2022 |
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