Ley Antievasión: fin a «solo transferencia o efectivo» | FACEA UDEC

» ¿Qué empresa se puede sentir orgullosa de emprender usando artilugios ilegales, o gestionando desde la evasión tributaria? La sostenibilidad de sus negocios está ligada al respeto de las normativas .»

Hace ya un tiempo, tanto negocios informales como formales, han estado utilizando la posibilidad del pago «solo en efectivo o a través de transferencia», lo que permitía a este tipo de negocios, evadir el pago del IVA (19%) así como evadir el pago del impuesto de la renta (25 ó 27%), pero, por otra parte, recuperaban el IVA crédito fiscal de sus compras. Lo anterior, a plena vista, es algo por lo menos poco ético o simplemente ilegal.

La Ley de Cumplimiento Tributario, también conocida como «antievasión», impulsada por el Servicio de Impuestos Internos (SII), tiene como objetivo principal combatir este tipo de evasión fiscal y garantizar el cumplimiento de las obligaciones tributarias por parte de los contribuyentes. Este marco legal tiene implicaciones profundas no solo en el ámbito financiero, sino también en los aspectos éticos y empresariales.

Desde una perspectiva ética, en un ambiente de desconfianza producto de casos como «Hermosilla» y los casos de «Fundaciones», cumplir con las obligaciones tributarias va más allá del deber legal; es una responsabilidad social. Los impuestos permiten el financiamiento de servicios públicos esenciales como la educación, la salud y la infraestructura, todos ellos fundamentales para el desarrollo social y económico del país.

Cuando los contribuyentes, ya sean individuos o empresas, eluden sus responsabilidades fiscales, contribuyen a la desigualdad y debilitan el tejido social. Así, el cumplimiento tributario debe ser visto como un acto de justicia social, donde todos contribuyen equitativamente al bienestar común.

En el ámbito del emprendimiento, el cumplimiento tributario puede ser visto como una forma de promover un entorno de competencia leal. Las empresas que cumplen con sus obligaciones fiscales respetan las reglas del juego y generan un entorno donde todos los actores del mercado tienen las mismas oportunidades. La evasión fiscal, en cambio, distorsiona la competencia, otorgando una ventaja injusta a aquellos que eluden sus responsabilidades.

¿Qué empresa se puede sentir orgullosa de emprender usando artilugios ilegales, o gestionando desde la evasión tributaria? Es crucial que los emprendedores comprendan que la sostenibilidad de sus negocios está ligada al respeto de las normativas tributarias. Aunque puede ser tentador ver los impuestos como una carga, estos son en realidad una inversión en la estabilidad y el crecimiento a largo plazo del entorno en el que operan.

Un enfoque ético en los negocios implica no solo cumplir con las obligaciones legales, sino también adoptar una visión a largo plazo en la que el bienestar de la sociedad y el desarrollo de un entorno económico justo y equitativo sean prioritarios.

El SII, al impulsar la Ley de Cumplimiento Tributario, busca no solo sancionar a quienes incumplen la normativa, sino también promover una cultura de transparencia y responsabilidad. Los empresarios y emprendedores deben ser conscientes de que cumplir con sus deberes tributarios no solo es una exigencia legal, sino también un compromiso ético con la sociedad en la que operan. Esto genera confianza tanto en el mercado como en los consumidores, quienes valoran las empresas que actúan de manera ética.

Hugo Moraga Flores, Facultad Ciencias Económicas y, Administrativas, Universidad de Concepción.

Columna opinión de El Sur, Viernes 25 de octubre de 2024