Huachipato, cierre de una empresa ícono de la Región | FACEA UDEC

«Ya se estima un alza en el nivel de desempleo regional, pasando a subir a una cifra sobre 2 dígitos y se estima en alrededor de 4 puntos porcentuales más, en las próximas mediciones.»

El cierre definitivo de la empresa Siderúrgica Huachipato, que será en un par de meses más, no termina de asimilarse en todo su significado, el cual es un verdadero retroceso para esta región en particular, donde esta empresa, resultaba ser un ícono en el polo industrial desarrollado en Talcahuano.

Hace pocos años se identificaba a esa ciudad como el primer puerto industrial, militar y pesquero de la República, hoy ya con esta importante pérdida, junto a otros casos, es difícil identificarlo de esa manera. Lo mismo significa también para la inter comuna junto a Concepción y, por supuesto, para el país, al perderse esta empresa que brindó su producción de insumos y productos finales a tantas importantes industrias del país.

Por lo anterior, pareciera que no termina de asimilarse aún en toda su magnitud el cierre definitivo de Huachipato, este hecho viene también a sumarse a varias otras grandes empresas de la región cuyo destino fue similar.

Tal vez uno de los efectos más dramáticos de esta situación, sin duda es la destrucción o pérdida de miles de puestos de trabajo, los cuales se estiman en aproximadamente 2 mil como trabajadores directos de Huachipato y unos 20 mil, si se considera a todos los trabajadores de empresas, cuyo giro principal era prestar servicios a esta siderúrgica.

Si se toma razón y significado de aquellos cargos destinados a desaparecer, entonces esta situación se transforma en una verdadera tragedia laboral. ¿Puede imaginarse alguien si será posible crear un número parecido de puestos de trabajo en el corto plazo?

Posiblemente muchos trabajadores encontrarán otros empleos, o también puede ser probable reubicarles en otras plazas laborales del Grupo CAP (Compañía de Acero del Pacífico), pero seguramente eso no será suficiente. Tampoco lo será el cumplir con todos los preceptos legales al poner fin a los contratos de los trabajadores, pero al final, si bien son ayudas importantes, no asegurarán un ingreso futuro periódico y similar al que obtenían, por lo tanto, muchos planes de vida y familiares,deberán replantearse.

Por otra parte, ya se estima un alza en el nivel de desempleo regional, pasando a subir a una cifra sobre dos dígitos y se estima en alrededor de cuatro puntos porcentuales más, en las próximas mediciones de este indicador y también, por supuesto, repercutirá en el PIB (Producto Interno Bruto) regional, en momentos en el cual éste se estaba recuperando de buena forma.

Perder una empresa de esta magnitud parece increíble. ¿Cómo es posible que esto haya ocurrido? En la zona, principalmente en Talcahuano y Concepción, aún no empiezan a sentirse los efectos del cierre de Huachipato. Este evento se puede asimilar a una escena de un boxeador «groggy», al cual el árbitro le cuenta hasta el nocaut, no estando consciente de su derrota.

Lo negativo de esta situación, sin duda, se dejará sentir en los próximos meses en la economía regional, cuando miles de trabajadores definitivamente ya no tengan sus ingresos económicos de su fuente de trabajo y vendrá para ellos el «vía crucis» de empezar a recorrer un camino difícil, lleno de incertidumbre, de esperanzas, de posibles proyectos y promesas, que ojalá, en algún porcentaje se lleguen a cumplir. ¡Demasiado lamentable!

 

Dr. Juan Saavedra González, Facultad Ciencias Económicas y, Administrativas, Universidad de Concepción.

Columna opinión de El Sur, viernes 30 de agosto 2024