«Se confirma que a la globalización se le deben reconocer sus efectos positivos, pero dentro de lo negativo, también puede llegar a incrementar internacionalmente los problemas económicos».
Se ha podido apreciar claramente el lado menos esperado relacionado con la globalización en los últimos años. Un fenómeno aplaudido por todos los beneficios que traía consigo, para la interrelación entre las economías del mundo. En especial se está de acuerdo con este proceso cuando los ciclos económicos son positivos y donde la mayoría de los países obtienen tasas de crecimiento económico relativamente altas respecto de sus promedios históricos, pero la situación cambia de signo de manera muy abrupta cuando estos ciclos se presentan significativamente a la baja, como ha ocurrido en los últimos años.
En general, se define la globalización como «la integración de los países a través del intercambio comercial amplio y en particular por la mayor movilidad internacional de flujos financieros» y es allí donde se empiezan a producir los gérmenes que transmitirán efectos positivos o negativos. No serán iguales los efectos de la globalización si éstos se observan en países desarrollados o en naciones subdesarrolladas, que no tienen posibilidades de incidir de manera importante en el devenir de, por ejemplo, el movimiento de internacional de flujos de capitales y de inversiones, más bien son una parte pasiva en la captación de este tipo de recursos.
Los efectos negativos de la globalización se aceleraron a causa de la pandemia y el confinamiento obligatorio suspendió y quebró gran parte del funcionamiento de muchas economías del mundo, efectos que se pueden analizar de diferentes puntos de vista. Por una parte, la irregularidad en el intercambio de bienes y servicios, así, a saber la pérdida de fluidez en la cadena de producción, logística y transporte de bienes a través del mundo, en especial de bienes provenientes de países que son prácticamente proveedores universales, y el alto nivel de suspensión de producción y negocios de industrias relevantes, caso de la comercialización de «commodities», por ejemplo.
En relación al ámbito financiero, el endeudamiento originado por la falta de recursos en muchos países, llevan a que las cuentas nacionales muestren de inmediato el incremento del gasto fiscal. De igual manera, un efecto diseminado en la mayoría de las economías, es posible observarlo en los niveles de inflación que se van transfiriendo debido al incremento de precios de los bienes y servicios transables, derivado de entre otras causas, de los excesos de liquidez sobre el stock de oferta, produciéndose una verdadera globalización de la inflación.
Lo anterior plantea el control de este proceso, mediante el incremento de las tasas de interés, causando efectos sobre los tipos de cambio y desde allí sobre el precio de las divisas y en el nivel de precios relativos. A su vez las desregulaciones en los mercados de capitales internacionales, provoca que los capitales «golondrinas» emigren de inmediato a mercados donde tienen mejores perspectivas de beneficios.
Por último, es también un problema global la incertidumbre que surge desde cuando se empiezan a manifestar tensiones geopolítico-militares entre naciones, como ocurre con el conflicto entre Ucrania y Rusia, provocando efectos económicos relevantes en precios de los bienes en los cuales estos países son importantes exportadores. De esta manera se confirma en la práctica que, a la globalización, se le deben reconocer sus efectos positivos, pero dentro de lo negativo, también puede llegar a incrementar internacionalmente los problemas económicos.
Dr. Juan Saavedra González, Facultad Ciencias Económicas y, Administrativas, Universidad de Concepción. Columna opinión de El Sur, Viernes 08 de julio 2022 |
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