Aumento de tasas de impuestos por rentas del trabajo | FACEA UDEC

«Si se quiere subir este tipo de tributos, se debería gravar a los altos niveles de ingresos relativos. Entonces hablar de 3,2 o 4,6 millones, es una cifra baja, como para identificar aquel segmento.»

La opción principal, dentro del proyecto de reformas de impuestos a la renta, tiene que ver con la rebaja de tasas a las cuales están afectas las utilidades de empresas o corporaciones de mayor tamaño relativo, desde el nivel de la tasa actual de 27% a un 25%, aunque se pide una rebaja mayor por parte del empresariado. Pero de igual manera se propondría compensar esta disminución de tributos, aumentando los gravámenes a las rentas provenientes del trabajo, las cuales son impuestos pertenecientes a la segunda categoría, o dentro del aumento de tasas del impuesto global complementario.

Lo anterior ha causado una serie de cuestionamiento, como no solo es el tema en cuanto al tipo de ingresos a gravar, sino más aún, desde los niveles a los cuales se quiere incrementar el pago de sus tributos habituales. Se cruza esta opción con la intención de gravar en mayor medida, los ingresos de personas poseedoras de altos patrimonios, o en su caso, de contribuyentes con rentas provenientes de su trabajo, las cuales pueden ser calificados de «alto nivel».

Por otra parte, aproximadamente el 75% de las personas con ingresos originados por rentas del trabajo, están exentos de impuesto en el país y bien plantean especialistas en el tema, que se quiere incrementar «la presión fiscal», solo a un 1,5 % de contribuyentes, profesionales con remuneraciones de mayor nivel. Así, se elige a un grupo tal de trabajadores a los cuales, ¿se les podría identificar como a un segmento de altos ingresos?

Originalmente se estimaba fijar un nivel de ingresos por remuneraciones superiores a una cifra de $3,2 millones, para luego de determinados acuerdos entre Hacienda y algunos Parlamentarios, este nivel se podría subir a 70 UTM (unidad tributaria mensual), cifra aproximada a $4,6 millones y aún todavía se esperaría subir este límite.

Resultan discutibles dos cosas a lo menos: a) la forma harto poco original de compensar la rebaja de tasas a rentas del capital, proponiéndose aumentar las tasas a rentas del trabajo, y b) los niveles pretendidos originalmente, cuando se fijaba en poco más de tres millones de pesos, el límite para incrementar las tasas de impuestos. Si se toma como ejemplo una familia donde solo trabaja él o la jefa de hogar y tenga dos o tres hijos estudiantes, ¿quedarán recursos disponibles para el pago de mayores tributos, luego de los innumerables desembolsos por necesarios costos y gastos a incurrir, empezando por el pago de los impuestos regulares a enterar en arcas fiscales?

Si se quiere subir este tipo de tributos, se debería gravar a los altos niveles de ingresos relativos. Entonces hablar de 3,2 o 4,6 millones, es una cifra baja, como para identificar aquel segmento. Esto es más bien, desde cierta perspectiva, regresivo para aquellos contribuyentes a los que apuntaría este proyecto, como si se tratara de nivelar hacia abajo, para aproximarse en su liquidez, con quienes están exentos de pago.

La OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico), plantea subir la carga tributaria, ampliando la base, bien entonces debería existir otra segmentación. Como se ha reiterado por todos los medios, la mayor recaudación de recursos tributarios debe estar centrada en el crecimiento económico y no en seguir incrementando impuestos personales a segmentos que ni por mucho pertenecen a contribuyentes de alto patrimonio ni menos «superricos».

 

Dr. Juan Saavedra González, Facultad Ciencias Económicas y, Administrativas, Universidad de Concepción.

Columna opinión de El Sur, viernes 03 de enero 2025