Acuerdos por intereses superiores | FACEA UDEC

«Este conjunto de personas, tendrá la responsabilidad de presentar una opción de nueva Constitución y dependerá de aquel trabajo, hacer posible despejar las dudas y sombras.»

Los resultados de las elecciones realizadas días pasados, para elegir los Consejeros encargados de analizar, estudiar y proponer una Constitución al país, nuevamente mueven la «aguja» del escenario y composición de las fuerzas políticas en el contexto nacional con diversas perspectivas según sus respectivos intereses, al analizar y mirar con su prisma lo sucedido y lo que esto representaría para el futuro del país.
La redacción de una nueva Constitución y el particular contenido sobre materias que cada sector considerará fundamentales y en algunos casos situaciones o definiciones intransables, pueden sustentar posiciones obcecadas de grupos de participantes en este trabajo, los cuales estiman tener «la piedra filosofal», para invalidar otras propuestas, posiblemente tan válidas como aquellas.
Una manera de superar lo anterior, sería buscar la fórmula en que distintas posiciones, pero en virtud de un objetivo superior, como son los intereses del país, terminen en acuerdo imponiéndose sobre temas anteriormente señalados como irrenunciables.
Esto demostraría que si se pueden celebrar acuerdos por un bien superior, como es tener un mejor país para todos sus habitantes. En muchas naciones respecto de este tema, en momentos políticos y sociales álgidos, esto se ha podido lograr para beneficio de ella. Así, sería difícil suponer «a priori», la existencia de una oposición a determinados temas, surgida sobre la base de alguna cuota de poder político, social o económico.
Desde un punto de vista más centrado en la economía nacional, hace ya varios años se ha instalado la incertidumbre como una variable muy difícil de eliminar, la cual por si sola ralentiza una serie de decisiones por parte de los diversos agentes que operan en el sistema económico imperante. Dado lo anterior, es de la máxima relevancia despejar estos «lomos de toro» existentes para tener una vía despejada y llevar a cabo, por ejemplo, decisiones y proyectos de inversión fundamentales y poder salir de tasas de crecimiento negativo de esta variable.
Es por lo anterior, que puede existir una alta contribución, para eliminar todo o buena parte de este problema, si se propone al país una nueva Constitución, discutida, analizada, altamente consensuada y aceptada por el Consejo Constitucional. Es allí donde el país exige la existencia de un diálogo de buena fe, propositivo, y constructivo, para finalmente «arribar a buen puerto» con este trabajo.
Este conjunto de personas, tendrá la autoridad y la responsabilidad de presentar una opción de nueva Constitución y a la vez dependerá de aquel trabajo, el hacer posible despejar las dudas y sombras existentes en las reglas del juego, que regirán gran parte del quehacer futuro del país.
Por otra parte, «a contrario sensu», la falta de acuerdos y la discusión bizantina desde trincheras, en materias de contenido de una nueva propuesta de Constitución, pueden eternizar los problemas que no permiten un mayor crecimiento y desarrollo del país y de esta forma se seguiría marcando el paso, sin avanzar a la velocidad y dinamismo que la economía reclama y requiere, para crear los recursos económicos en el nivel necesario, lo cual permitiría al país cumplir , entre otras metas, con principales y explícitos objetivos sociales.

Dr. Juan Saavedra González, Facultad Ciencias Económicas y, Administrativas, Universidad de Concepción.

Columna opinión de El Sur, viernes 12 de mayo 2023