«Para las pymes, desarrollar un Employer Branding potente, puede nivelar el campo de juego frente a grandes corporaciones, permitiendo atraer talento no solo por el sueldo, sino también por los valores.»
El Employer Branding (marca del empleador) se refiere a la percepción que los colaboradores actuales y los candidatos potenciales tienen sobre una empresa como lugar de trabajo. No se trata solo de la imagen pública, sino de la experiencia auténtica de trabajar en ella y que también abarca, entre otros, aspectos de la cultura organizacional, el ambiente laboral, los beneficios ofrecidos y los procesos comunicacionales atingentes.
Para las empresas medianas y pequeñas, desarrollar un Employer Branding potente, puede nivelar el campo de juego frente a grandes corporaciones, permitiendo atraer talento no solo por el sueldo, sino también por los valores, el ambiente y el propósito organizacional.
Los beneficios de una adecuada gestión del Employer Branding en las Pymes se relaciona directamente con la atracción de talento ya que, una buena reputación como empleadoras facilita atraer candidatos bien competentes. En Chile, donde la competencia por talento cualificado es alta, las empresas pequeñas que promuevan el bienestar de los trabajadores y ofrezcan oportunidades de desarrollo pueden sobresalir.
Otro beneficio se relaciona con la retención del talento. Un entorno positivo alineado con los valores de los empleados no solo atrae nuevos trabajadores, sino que también reduce la rotación de personal. Esto es clave para las Pymes, donde la pérdida de talento puede afectar significativamente su desarrollo.
También se producirían beneficios en la mejora del clima organizacional. Cuando los empleados se sienten valorados y escuchados, se genera un ambiente positivo que promueve la colaboración, la productividad y el compromiso.
Para construir una «marca empleadora» potente, lo primero es definir la Propuesta de Valor al Empleado (PVE) y lo que hace atractiva a la empresa. Aquí se incluye la cultura organizacional, las oportunidades de desarrollo y los beneficios adicionales, como horarios flexibles o teletrabajo. Aunque las pymes no compitan en términos de remuneraciones, pueden ofrecer otros incentivos que atraigan talento.
Junto a lo anterior, es preciso fomentar la comunicación. Comunicar la PVE de manera efectiva, tanto interna como externamente, es crucial. Escuchar a los empleados, realizar encuestas de satisfacción y fomentar una cultura de retroalimentación abierta.
Obviamente, hay que involucrar a los colaboradores, ya que ellos, son los mejores embajadores de la empresa y si se sienten involucrados en la creación y difusión de la marca se produciría una mayor autenticidad y satisfacción laboral.
La percepción que tienen los candidatos durante el proceso de selección también es esencial. En esta instancia, es preciso crear una experiencia de candidato positiva al ofrecer un proceso claro y una comunicación constante para crear una buena impresión, incluso si el candidato no es contratado.
Por último, monitorear y ajustar. Evaluar la efectividad del Employer Branding permite ajustar la estrategia a largo plazo. Monitorear la atracción de candidatos y la retención de empleados ayuda a optimizar los esfuerzos. En nuestro país, donde las Pymes son un poderoso motor de la economía, implementar una estrategia de Employer Branding o Marca del Empleador es fundamental para el éxito a largo plazo.
Carlos Baquedano Venegas, Facultad Ciencias Económicas y Administrativas, Universidad de Concepción. Columna opinión de El Sur, Viernes 11 de octubre 2024 |
Comentarios recientes