¿Cómo marcha la economía chilena? | FACEA UDEC

«Tenemos altos niveles de inestabilidad política, lo que contribuye a la baja inversión. Si no existen condiciones mínimas de estabilidad es muy difícil que aumente en forma importante la inversión.»

Recientemente la revista «The Economist» destacó a la economía chilena como una de las de mejor desempeño durante el año 2023. En una comparación sobre las 35 economías que conforman la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (Ocde), la economía chilena fue rankeada en el lugar 7.

Posterior a esta publicación han surgido opiniones a nivel nacional, relativizando el resultado o discutiendo el análisis de esta revista, para indicar que el desempeño de la economía chilena efectivamente no es «tan destacado». Detrás de estas opiniones se vislumbran, en algún caso, más bien motivaciones políticas para quitar crédito al trabajo de los equipos económicos del gobierno y Banco Central, pero también existe incomprensión de cómo la revista puede destacar el comportamiento de la economía chilena, cuando se observa este año nulo crecimiento económico, incremento en la tasa de desocupación y reducción en el consumo privado.

Lo primero es tener claridad de qué se está comparando. La situación de la economía chilena a comienzos del año 2023, como lo expresaba el Diario Financiero, era que… «Las miradas respecto de lo que se proyecta para la economía chilena en 2023 son unánimemente negativas. Gobierno, Banco Central, analistas locales y extranjeros, todos anticipan un complejo período.»

Además, se pronosticaba que Chile era el único país en América Latina que iba a sufrir una caída en el PIB este año. Es decir, se esperaba recesión y dificultades mayores para controlar la inflación. Nada de esto sucedió. La inflación se controló más rápido de lo esperado y las señales de recesión rescindieron. Es más, si el patrón de comparación es lo que sucedió en el resto del mundo, el resultado es destacable, especialmente por la fuerte reducción en la inflación y la recuperación del mercado bursátil, producto de la política económica implementada.

Lo segundo, si bien ajuste de corto plazo ha funcionado bien, siguen existiendo desafíos importantes para el manejo económico en Chile: La economía no crece, se generan insuficientes empleos, la desocupación aumenta y los ingresos laborales de las familias recién comienzan a recuperar su poder adquisitivo. El Banco Central estima que la economía chilena puede crecer en el largo plazo entre un 2%-2,5% anual. Esto es en condiciones «normales». Esto significa que el espacio de expansión para la economía es reducido en el largo plazo. Para cambiar esta restricción se requiere que la inversión productiva se recupere. Esto es, la inversión que genera nuevos empleos, mayores ingresos y que impulsa la economía. Pero este no es un asunto coyuntural, sino un problema que la economía chilena trae desde años. La capacidad de crecimiento actual del «modelo chileno» es baja. Se requiere un proyecto que genere nuevas oportunidades de crecimiento.

Lo tercero, no vivimos condiciones «normales». Tenemos altos niveles de inestabilidad política en el país. Esto también contribuye a la baja inversión observada. Si no existen condiciones mínimas de estabilidad es muy difícil que aumente en forma importante la inversión. Esto último es algo que sin embargo sí se puede afectar en forma relativamente rápida, pero su concreción no descansa en el ámbito económico, sino político. Se requiere avanzar en acuerdos que den estabilidad al país.

Dr. Jorge Dresdner C. Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas, Universidad de Concepción.

Columna opinión de El Sur, Viernes 29 de diciembre de 2023