Incertidumbre económica | FACEA UDEC

» Lo que debería estar claro es que la incertidumbre no va a terminar con el plebiscito del 4 de septiembre próximo. Cabe recordar que la redacción de una nueva constitución se visualizó como una salida política para resolver un conflicto de carácter social.»

Un aspecto crítico del momento que vive la economía chilena es el bajo nivel de inversión agregada que muestra actualmente el país. Esto significa que las posibilidades de crecimiento macroeconómico están limitadas, porque éste va aparejado con la expansión de la capacidad instalada de producción de bienes y servicios, que crece inversión mediante. El crecimiento de la economía se requiere para poder satisfacer la gran cantidad de demandas insatisfechas en diversas áreas y sectores que se hicieron evidente a partir del «Estallido Social». La inversión también genera nuevos puestos de trabajo, lo cual permite absorber a la mano de obra desocupada o parcialmente ocupada. En este contexto una pregunta relevante es, ¿por qué no crece la inversión? La teoría nos dice que hay tres factores centrales determinantes de la inflación: tasa de interés real, demanda, y expectativas. Si bien las tasas nominales de interés han aumentado producto de las acciones de política monetaria desarrolladas por el Banco Central, es aún discutible cuál va a ser el impacto sobre el costo real del crédito, producto de la alta inflación reinante. Por otra parte, existen claros indicios que a pesar que la demanda agregada está cayendo, todavía sigue creciendo a un ritmo más acelerado que la producción, lo cual debería ser un aliciente para la inversión. Sin embargo, esto no se observa. Los analistas indican que esto es consecuencia de la incertidumbre reinante. Efectivamente, existen altos niveles de incertidumbre en el país. En esas condiciones, es difícil esperar que las inversiones repunten en un volumen suficiente en un futuro inmediato.

El país vive en incertidumbre. Algunas opiniones le adscriben el aumento de la incertidumbre al proceso constitucional. Esto claramente es una exageración, porque existen diversos elementos de carácter externo que tributan al nivel de incertidumbre que vive actualmente el país, y que afecta los negocios que no están relacionados con el momento constitucional. Sin embargo, efectivamente la falta de claridad sobre el marco básico que va a regular las relaciones en el país, la Constitución, afecta las decisiones de invertir. Es muy difícil calcular la rentabilidad que puede tener un emprendimiento sin conocer bajo que reglas se va a desenvolver. Y ésta es incertidumbre que es generada por la propia sociedad chilena.

Lo que debería estar claro es que la incertidumbre no va a terminar con el plebiscito del 4 de septiembre próximo. Cabe recordar que la redacción de una nueva constitución se visualizó como una salida política para resolver un conflicto de carácter social. La idea fue establecer un nuevo marco para la convivencia nacional que entregara herramientas para enfrentar el malestar social. Esto es, un mecanismo para resolver el problema, pero que no es la solución de este último. Si se quiere resolver en forma definitiva la fuente del conflicto social que genera la incertidumbre interna, se debe apuntar a la raíz del problema. Ésta es una sociedad que no entrega oportunidades de desarrollo personal a sus miembros en forma equitativa, inclusiva y sustentable y que no ofrece un marco común que garantice niveles mínimos de seguridad social. Mientras la sociedad no enfoque sus esfuerzos en promover nuevas formas de convivencia, el malestar social y las consecuencias asociadas no se extinguirán.

Dr. Jorge Dresdner C, Facultad Ciencias Económicas y, Administrativas, Universidad de Concepción.

Columna opinión de El Sur, Viernes 25 de Agosto de 2022